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Una puta mierda...

"Más de cien mil personas mueren de hambre cada día. El orden mundial no es sólo asesino, sino absurdo, pues mata sin necesidad. Hoy ya no existen las fatalidades. Un niño que muere de hambre hoy, muere asesinado." Jean Ziegler, "El imperio de la vergüenza", Ed. Taurus.

Desalentador comienzo, ¿verdad? No hace falta viajar muy lejos para darse cuenta de lo injusto que es el Sistema del que formamos parte. Abrid los ojos y decidme si lo que veis a vuestro alrededor no tiene una pinta asquerosa. Oled, respirad profundamente. Impregnaos del terrible hedor que destila este Mundo que entre todos cada día hacemos más inhumano, injusto e insolidario.

"Para qué hacer un solo gesto si yo solo no puedo cambiar nada." Amparaos en esta máxima que nos han marcado a fuego para seguir circulando día a día como borregos alienados. Viviréis exentos de responsabilidad. Seréis más felices. Sin duda. Felices en un mundo lleno de infelicidad. Egoísmo.

"Que lo hagan los políticos, que para eso votamos y decidimos." ¡Ja!, qué poca vergüenza. ¿Ese es el único gesto que harás en tu vida? ¿Delegar en otros para que tomen decisiones por ti? Marioneta feliz. Egoísta de nuevo.

¿Por qué no mojarse? ¿Por qué no tomar decisiones? ¿Por qué no posicionarse?...ya, porque es más fácil dejarse llevar. Ser uno más y seguir creyendo que nada puede cambiar porque nada está en tu mano. ¡Qué gran mentira!

Abre los ojos a la realidad. En tu mano está. Elige la duda en vez de la verdad. Elige el inconformismo en vez de la conformidad. Elige el conocimiento en vez de la imposición. Elige. Decide. Cualquier gesto por pequeño que sea, ya es válido. Porque a ese gesto, a ese pequeño paso, le seguirán muchos otros. Seguro.

Contundente. Duro. Directo. Necesario. Así es el libro del suizo Jean Ziegler con el que abría este texto. Un tipo que, como tú y como yo, vive en este desolador y a la vez maravilloso mundo. Un tipo capaz de albergar la esperanza de que otro Mundo sea posible aun conociendo de primera mano lo podrido que está todo a día de hoy. Yo estoy con él.

Movamos ficha. Creamos en ello. Luchemos con el arma más poderosa que tenemos: nuestra conciencia.